La entrada de hoy es difícil de explicar. No nos gusta plantaros la foto sin más y no contaros nada, por eso la de hoy me va a costar entre otras cosas porque todo tiene una historia detrás y ésta no sé muy bien como contarla...
Cristina, una amiga de mi hermana, tenía un pedido especial para nosotras: un reto que ha terminado resultando ser un trabajo precioso.
Lo bonito de ésta profesión, que no sé muy bien cómo definirla todo sea dicho, es que cuando menos te lo esperas te hacen un encargo en el que ni por asomo habías pensado que podrías hacer y mucho menos cómo ponerlo en pie. Esas cosas que se le ocurren a otras personas y a ti no.
El pedido consistía en hacer broches de sensibilización contra el cáncer de mama con las caritas de sus dueñas y no sabéis lo mucho que se parecen!
Ésta es Ale:
Y ésta Cristina:Me consta que les ha gustado mucho y nosotras nos hemos quedado la mar de contentas porque la verdad es que ha sido un pedido súper bonito.
Sólo nos queda deciros: Muchas gracias a las dos, un beso muy grande y ¡fuerza!
A todos, os deseamos una feliz semana.